04 diciembre 2009

La joya de la corona (de la inteligencia)

La palabra inteligencia deriva del latín intus legere, que significa «leer por dentro». Se refiere a la capacidad para entender interiormente lo que se observa desde el exterior. Inteligencia es capacidad para distinguir lo accesorio de lo fundamental. También es el atributo para captar la realidad en su complejidad y en sus conexiones. Nos ayuda a resolver problemas nuevos. Tiene dos funciones que se aúnan, que son la acumulación de experiencias vividas por una parte y por otra la aplicación eficiente del conocimiento. Inteligencia es la facultad para aprender a reconocer, a discriminar, a informarse, a sintetizar, a prevenir, a interpretar la realidad.


Hay una vieja polémica que recorre la historia de la psicología sobre este concepto y que habla de un modelo monárquico y otro modelo oligárquico de la inteligencia. La primera analiza un factor que resume y sintetiza a los demás y que gestiona todo el arsenal intelectivo desde esa atalaya. La segunda habla de que son muchas estirpes de inteligencias las que se hospedan en nuestro interior. Yo me adscribo a este segundo modelo, ya que además de ser muchas las inteligencias, entre ellas se llevan a la gresca y parece como si unas y otras lucharan entre sí y se excluyeran.


Puedo hacer un inventario de las mismas, de pasada, para abordarlas en otro momento con detalle: inteligencia teórica, práctica, social, analítica, sintética, discursiva, creativa, matemática, emocional, lingüística y ética. Cada una de ellas tiene su propia geografía, que se solapa en el territorio de la otra, formando un tejido conjuntivo de variedades en donde los límites de unas con otras son difusos, etéreos, vaporosos, desdibujados, de contornos flotantes.


La inteligencia ejecutiva es aquella modalidad que utiliza cuatro herramientas esenciales como instrumentos de la razón: orden, constancia, voluntad y motivación. Hablamos por lo tanto de aquellos ingredientes que tiran, empujan, arrastran y ponen en marcha lo mejor de nosotros mismos si hay una motivación fuerte y consistente. El que no sabe lo que quiere no puede ser feliz. A la persona desmotivada le falta garra, dirección, dinamismo y, por tanto, unas metas y retos concretos que encaminen toda su trayectoria personal hacia una dirección determinada.


Cada uno de estos cuatro elementos de la inteligencia instrumental tiene voz propia y a su vez se conecta con la siguiente. Tratare de explicar esto con más detalle para poner el énfasis en cada una de estas vertientes.


Orden es un término universal, en cualquier idioma que escojamos (inglés, español, francés, alemán, italiano, griego o latín). Su significado es el mismo: lo recto, lo correcto, la disposición adecuada que constituye un todo y el orden tiene muchos matices que se abren en abanico formando un espectro enormemente interesante.


Orden en la cabeza. Esto quiere decir saber a qué atenerse, tener unos criterios coherentes y saber priorizar lo adecuado de lo que no lo es. Lo que es importante, lo que es secundario, lo que es anecdótico, lo primero es lo primero.


Orden en el tipo de vida: saber planificar, evitar la improvisación, saber distribuir correctamente el tiempo para sacarle partido, sin orden nunca saldrán nuestros planes. No confundir el término actividad con activismo, el primero es una labor callada, lenta, sucesiva, de resultados graduales y menos ruidoso. El segundo es ir de aquí para allá pero con poco fruto, más cara a la galería que a la productividad y a la eficacia. En el joven hay un caballo de batalla en este sentido: el estudio, aprender a estudiar y a sacarle rendimiento a las horas.


Orden en la habitación que uno tiene, en su despacho u oficina, en las cosas que uno maneja a diario. Entrar en el despacho de una persona es como un retrato psicológico.


Cualquier orden que se precie surge de una cabeza bien sistematizada, tener orden por dentro no es cualquier cosa: es el placer de la razón: la serenidad, el sosiego, la paz exterior e interior. Su hábito es mas fácil que arraigue si se empieza desde joven. También es necesario priorizar los objetivos. Tener pocas metas y bien delimitadas e ir a por ellas. Tener las cosas claras evita la dispersión y ayuda a planificar las cosas a corto y medio plazo. Ser ordenado tiene unos efectos muy beneficiosos para la personalidad: paz exterior e interior, alegría como resultado de un tipo de vida y de un esfuerzo trabajado sin desaliento. Y eficacia: el tiempo se multiplica y se llega a más cosas. El orden facilita el cuidado de los detalles pequeños. Finalmente convierte a una persona en alguien más libre y responsable.


Constancia es tenacidad sin desaliento. Y significa empezar pocas cosas e ir detrás de ellas sin bajar la guardia. También es tenacidad, insistencia, perseverar, no darse por vencido, saber mirar hacia delante con la ilusión de alcanzar la cima deseada, eso hace que uno se mantenga firme e inalterable.


Una persona poco constante es aquella que empieza muchas cosas y no acaba ninguna. En seguida que viene la adversidad se derrumba y es incapaz de superar las pruebas que la vida a todos nos impone. La constancia nos hace dueños de nosotros mismos. Gracias a ella somos capaces de guiar nuestro destino por encima de los trastornos y vicisitudes de la vida. Ser perseverante en el esfuerzo diario debe ser el eje de cualquier conducta que aspire a lo mejor. Ésta presenta tres notas descriptivas: la actitud constante que es la disposición interior para no desanimarse. Significa saber esperar y continuar. En segundo lugar, el hábito que es la repetición de actos que implican pequeñas renuncias y entrenan para vencerse en lo pequeño, en cuestiones en apariencia insignificantes pero que a medio plazo tienen un gran valor. Y aprender poco a poco. En tercer lugar, espíritu deportivo de lucha: superación de pequeñas derrotas, capacidad para sobreponerse y volver a empezar, crecerse ante las dificultades, imprevistos y frustraciones.


La persona constante se ha endurecido a base de golpes duros, pero también de pequeñas renuncias, de ir ganando en fortaleza: hay que intentar ser consistente, hercúleo, difícil de derribar… Casi sublime en lo puramente humano. La persona constante se hace estable y está dispuesta a buscar lo mejor a largo plazo, aunque de entrada le cueste y signifique un esfuerzo.


La voluntad es la joya de la corona de la conducta. La voluntad es aquella disposición para querer algo y ponerse a buscarlo en esa dirección.


Hay una distinción que me parece muy interesante y es la diferencia entre desear y querer. Desear es pretender algo desde el punto de vista pasajero. Depende de sensaciones exteriores y responde a mecanismos que se disparan con una cierta inmediatez. Tiene que ver con la determinación, la firmeza, el verse motivado por algo y avanzar en esa dirección. El deseo se da más en las personas poco maduras, mientras que el querer se da en aquellas que tienen una solidez más rocosa.


Voluntad es elegir y elegir es anunciar y renunciar. La voluntad consiste en preferir. Se trata de la capacidad para ponerse metas concretas y luchar por conseguirlas. Deberíamos ser capaces de tener una especie de tabla de ejercicios de gimnasia de voluntad: ahora hago esto sin gana porque es mi obligación y después me aplico en esa otra tarea porque es bueno para mí y más tarde hago aquello otro porque sé que hará de mí un hombre o mujer de una pieza. La costumbre de vencerme en lo pequeño. En una palabra, la victoria sobre sí mismo.


El hombre inferior vive aferrado a lo inmediato, al deseo momentáneo que tira de él al sentirse estimulado por su presencia. Mientras que el hombre superior se proyecta hacia delante sacrificando lo inmediato por lo mediato. Toda educación empieza y termina por la voluntad. Y ésta se enriquece a base de hábitos repetidos en esa dirección. Una persona con voluntad llega en la vida mas lejos que una persona inteligente.


UNA VOLUNTAD firme es uno de los síntomas más claros de una personalidad madura y al revés, alguien que tiene una voluntad frágil, débil o quebradiza muestra a las claras una manifestación de personalidad poco madura. Si la felicidad es un resultado, la voluntad es el puente levadizo que conduce al castillo de la felicidad.


Podríamos decir que la voluntad es como una llave multiuso que vale para casi todo y que tiene buena venta en el mercado, voluntad para estudiar, para avanzar en la vida académica con paso firme. Voluntad para trabajar con arte y oficio el proyecto personal de cada uno, para la vida conyugal: es fácil enamorarse pero más complejo mantenerse enamorado. Ahí entra la importancia de esta pieza esencial de la ingeniería de la conducta.


Educar es entusiasmar con los valores. Educar es seducir con lo valioso. Instruir, formar pulir y limar a una persona para que sea capaz de gobernarse así misma. La educación de la voluntad esta compuesta de pequeños vencimientos. La voluntad es firmeza en los propósitos, solidez en los objetivos, ánimo fuerte en las dificultades.


Quien tiene educada la voluntad es una persona más libre y puede llevar su ida hacia donde quiera. Lo diría de una forma más precisa: no eres más libre cuando haces lo que te apetece sino cuando eliges aquello que te hace más persona.


La palabra motivación viene del latín motus, aquello que mueve, que empuja, que arrastra, que tira de nosotros hacia un punto que está en el futuro. Una voluntad bien dispuesta es la que está mejor motivada. El hombre no puede vivir sin ilusiones. Maslow describió las principales teorías de la motivación biológica, psicológica, social y cultural. Para Freud la motivación era la liberación de los instintos. Para Skinner toda motivación se establece en una dialéctica entre premio y castigos. Los agentes motivadores ponen en marcha la voluntad y la tornan a esta fácil, bien dispuesta, capaz de crecerse ante los obstáculos y cansancios propios de cualquier esfuerzo. Estar motivado significa tener una representación anticipada de la meta. Eso arrastra la acción.


En el ser humano el aprendizaje es mucho más importante que el instinto. La inteligencia ejecutiva es una facultad superior, distinguida y aristocrática que encarga el mando sobre el resto de las funciones psicológicas. La escasez de inteligencia ejecutiva no se cura con pastillas, sino con psicoterapia. Esa educación se realiza mediante la adquisición de hábitos positivos que conducen a huir de la filosofía del me apetece a aquella otra de hago lo que es mejor para mí.


El gran escándalo de este siglo XXI es: la perfección de los medios y la confusión de los fines. Leí en una casa romana esta inscripción, nihil difficile volenti: nada es difícil si hay voluntad de superarlo.


Enrique Rojas.


Fuente:http://www.elmundo.es/opinion/tribuna-libre/2009/12/21376314.html

05 noviembre 2009

"Mitos y mentiras en la direción de empresas". Jaume LLopis

Jaume LLopis en Vigo. Carlos Pereira

"Si Ortega hubiera estudiado en Harvard
a lo mejor no habría Zara"

El profesor de la IESE dijo que las fusiones eran una trampa,
que de ellas no se beneficiaban más que los especuladores
y que perjudicaban a la empresa y trabajadores

“Si Amancio Ortega hubiera ido a estudiar a Harvard no hubiera edificado quizás el imperio Zara porque sus decisiones rompieron con los criterios económicos al uso. Pero su fórmula de éxito fue el tándem entre emprendedor y el gestor, que era Castellanos”. Esa fue una de las afirmaciones, todas desmitificadoras o iconoclastas, que ayer se le oyeron a economista de tan larga experiencia directiva y nivel teórico como Jaume Llopis. Profesor del IESE, director en el pasado de empresas como Nestlé España, reflotador de otras como la Unión y el Fénix. consejero hoy de varias europeas y latinoamericanas...

Presentado por Javier G. Babé, presidente del Grupo Babé, el economista habló de “mitos y mentiras en la dirección de empresas” con una charla sembrada de ideas claras y estructurada en áreas como propiedad y poder, los consejos de administración, la empresa familiar, la dirección de personas, la productividad, las finanzas... “Los escándalos financieros y las estafas que han sido descubiertas últimamente –dijo– han tenido autores directos y una gran parte de responsabilidad está en los consejos de Administración, que no han realizado correctamente su labor de supervisar a sus primeros ejecutivos y las operaciones de las entidades financieras”. Para mejorar los consejos de administración hay que dar entrada, según afirmó, a miembros independientes de verdad, que no estén vinculados ni a la gestión ni a ningún grupo accionarial, a los que no se les pague demasiado, “para tener libertad e independencia para decir lo que piensan y no aceptar trampas como un orden del día amañado, escaso tiempo para hablar, informes inesperados e imposibles de evaluar... ¿Ustedes creen que con lo que cobran van a llevar la contraria al presidente?”.

Fusiones

Las fusiones son una trampa, dijo. “A la hora de la verdad –matizó–, no hay fusiones: hay compradores y vendedores, vencedores y vencidos, absorbentes y absorbidos. Cuando se produce una fusión, a corto plazo las cotizaciones suben, porque el inversor descuenta que la empresa será más competitiva y rentable en el medio plazo. Pero en el 70% de las fusiones que se han hecho en el mundo, se ha demostrado que a medio plazo no se ha aportado más valor para el accionista: sólo se han beneficiado quienes tenían información privilegiada o los especuladores a corto plazo, y han salido perdiendo las propias empresas, los inversores a largo plazo y los trabajadores, porque crean más paro”.

Llopis, que acaba de publicar en la editorial Deusto “Management by lies, mitos y mentiras en la dirección de empresas”, se refirió al caso de las familiares. “Es incierto –explicó– que sean por naturaleza más ágiles, con más capacidad de cambio y la espina dorsal de la economía del país. Es también mentira que en la empresa familiar se prepara bien la sucesión. Los fundadores suelen aferrarse al sillón hasta caerse redondos al suelo. ’Vámonos tu y yo a escupir sobre la tumba de mi abuelo’, me dijo un día un sucesor”.

Las finanzas

En el capítulo dedicado a las finanzas, afirmó que era falso que el precio de una empresa lo ponía el propietario. “Mi empresa vale tanto.... Mentira. Una empresa vale lo que otro está dispuesto a pagar por ella. Si no hay nadie que esté dispuesto a pagar nada por tu empresa, tu empresa no vale nada. Es tan falso como decir que los presupuestos deben ser cumplidos a rajatabla o que cuanto más grande es una empresa, más competitiva es, cuando en realidad lo importante es coger un nicho de mercado (geográfico o de producto) y ser el mejor”.

¿Y la planificación empresarial ? Dijo Llopis que “cuando empecé a trabajar en Grupo Agrolimen hace 40 años, se planificaba todo a 10 años. Eran entornos muy estables, donde no había grandes cambios. Poco a poco, las cosas han cambiado hacia entornos más dinámicos, y hoy en día la planificación a largo plazo ya no existe, que era una de las cosas más importantes que se preconizaba desde las teorías de management empresarial. Hoy la planificación ha muerto”.


F. Franco
Fuente: Faro de Vigo, 27/10/2009


FERNANDO FRANCO ENTREVISTA A JAUME LLOPIS

Es un teórico de la gestión empresarial que pone por encima su larga experiencia como directivo de empresas. Sus clases en el IESE, pero también sus cuatro décadas en empresas de diverso tipo -familiares, nacionales, multinacionales, cotizadas en Bolsa- y también en sectores diversos, de alimentación a seguros pasando por electrodomésticos, en los que pasó como capitán de la nave o reflotador de las mismas.

-Grandes, medianas, pequeñas empresas ¿Cuáles tienen más futuro?

–El futuro es o para las empresas muy grandes o las pymes. Los que lo tienen mal son las medianas. En cuanto a las pymes, tienen gran potencial si eligen un nicho de mercado, ya sea de producto o servicio que no interese a las grandes compañías y luego un nicho geográfico. Y en eso ser el mejor.

–La agilidad favorecerá a las pequeñas...

–Son más ágiles que las grandes multinacionales, que deben tomar las decisiones en capitales distantes. Lo que ocurre es que son menos ágiles cuando se trata de cambiar estructuras o políticas de empresa arraigadas durante generaciones.

–¿Cómo planificar políticas de empresa en un mercado tan incierto?

–La planificación a largo plazo ha muerto. Cuando yo empecé hace 40 años planificábamos a diez años, cuando entré como director de Nestlé España hace veinte lo hacíamos a cinco años y hoy planificar a más de tres es ciencia ficción porque el entorno cambia muy deprisa y se conoce en tiempo real lo que está pasando en todo el mundo.

–¿Cuál sería el camino?

–Nada secreto. El empresario debe ir adaptando su empresa a los cambios rápidos que se están produciendo en el mercado. Adaptando su modelo de negocio, su oferta a los cambios de sus competidores, los gustos de sus clientes... Desde que surge una necesidad, el primero que es capaz de satisfacerla se lleva el gato al agua. A los clientes más importantes hay que conocerlos más que a la madre que los parió.

–Se habla cada vez más de valores corporativos...

–Son los que cada empresa relaciona con el serivicio al cliente, formación de su personal, servicios a la comunidad., la ética empresarial, el trabajo en equipo... Una serie de factores que hacen que una empresa funcione bien porque se respetan. Todas esas empresas que han hecho quiebras -Enron, etc- también los tenían escritos pero no los cumplían sus ejecutivos. Codorniú es un ejemplo de valores corporativos en España.

–¿Tiene que ver la ausencia de los mismos con la crisis que sufrimos?

–Pues sí, en parte sustancial tiene que ver con la falta de estos valores, con su violación por parte de consejos de administración que no cumplieron su función correctora. En los recientes escándalos ha habido falta de ética por parte de algunos directivos, analistas y auditores.

–Las empresas tienden a dar siempre buenos resultados para satisfacer a los accionistas...

–Eso hace que sólo piensen en el muy corto plazo, tomen decisiones que hipotecan el largo plazo y utilicen criterios contables cuanto menos discutibles. Ahora es más importante dar valor al cliente porque, si lo haces, el valor a los accionistas vendrá por añadidura. Mire a la cadena de supermercados Mercadona, la que más crece en Europa. Está grabado a fuego entre los empleados que el cliente es el jefe. Este mismo periódico tiene más de 150 años ¿no? Será por algo.

–No parece que sufran penalizaciones económicas por parte del mercado las empresas que tienen malas prácticas...

–Yo digo que hay cuatro grandes indicadores para un ejecutivo: aumentar los recursos generales de la tesoreria diaria y la cuota de mercado son los dos primeros. Y para esto tienes que tener otros dos: un nivel de satisfacción elevado en tus clientes y en tus trabajadores porque, si están a gusto, sin duda tus resultados económicos serán mejores.

–Lo que es difícil es hallar expertos que se atrevan a predecir el futuro del mercado de trabajo...

–Bueno, ya hay cosas evidentes. La industria en general nunca más será generadora de puestos de trabajo. Tenemos que ir a la economía de los servicios y en ella lo más importante es el capital intelectual, que no sólo son las nuevas generaciones con master sino las personas con larga experiencia; jubilar a los 50 años es un despilfarro de recursos.

–¿Y qué me dice de las relaciones de la empresa con los trabajadores?

–Hay que acabar con esa idea de las personas como recursos humanos porque recursos son las máquinas, el dinero, los productos... Hoy, sobre todo en empresas de servicios, lo que debe primar son las personas, el capital intelectual. ¿Qué vale más, las 500 fábricas que tiene Coca Cola en el mundo o su gente, sus equipos, su marca, que son intangibles? ¿Y en Microsoft? Igual.

–En los últimos tiempos las empresas tienden a sustituir a su personal más veterano por nuevas camadas laborales...

–Grave error. La experiencia del directivo hace que en este mercado tan cambiante la empresa tenga la flexibilidad o sabiduría necesaria. Mire, vale más tener a alguien con experiencia y apasionado por la empresa que un número 1 de la promoción.

–En Telecon France hubo una veintena de suicidios...

–Algo se está haciendo mal allí. y pudieran ser prácticas delictivas Si la empresa precisa cambios interiores como deslocalizaciones debe tomar medidas respecto a las personas para que no lleguen a estos extremos. Algo tienen que estar haciendo muy mal para que pase esto.

–Pensar en un empleo estable ¿Es una locura?

–Lo del empleo de por vida se ha terminado y yo me pregunto porqué lo tienen los funcionarios en una discriminación flagrante. El mundo cada vez exige más reestructuraciones a las empresas y el que no se gane el salario cada día lo tiene mal.

–Esos ciclos de permanencia en la empresa ¿Se reducirán mucho?

–Puede ser. El mundo hoy es mucho mas dinámico y el entorno mucho más hostil que nunca, la competencia es terrible... y la vida de las empresas es más vulnerable.

–¿Perderán más poder adquisitivo los trabajadores?.

–Se nota una pérdida de poder adquisitivo en la generalidad, la mada media. Por la contra, el mercado dará oportunidades más variadas, como el trabajo en casa.

F. Franco
Fuente: Faro de Vigo, 01/11/2009

03 noviembre 2009

"Ideas para potenciar el talento". Joaquín Lorente



"Triunfar exige perseguir una idea, un poco de olfato y mucho coraje"

El publicista, con unos cien premios internacionales, afirmó que todos somos creativos, pero, para ejercer esa capacidad, hay que saber definir, observar, romper y unir

"Si no despertamos con la utopía, no dormiremos con la realidad". Ese fue uno de los principios que ayer resaltó el publicista (100 premios internacionales en su haber) Joaquín Lorente. que afirmó que el mundo se ha ido haciendo a través del cumplimiento de lo que en su tiempo se consideraron utopías. Presentado por Rafa López, periodista de FARO, su charla sobre "Ideas para potenciar el talento" fue en síntesis una apelación constante a las posibilidades del cerebro. "El ser humano es un cerebro del que cuelga un cuerpo", diría al principio de la misma.
Según Lorente, el ejercicio de pensar es un ejercicio contemporáneo. En tiempos de nuestros mayores la facultad de pensar era privilegio de quienes tenían el dinero o el poder. Pero, sobre todo tras la Segunda Guerra Mundial, el pensamiento deja de serlo. En España, este fenómeno se produce con retraso a causa de la dictadura. Por ello, en nuestro país el ejercicio de pensar es un hecho relativamente nuevo, no más de dos generaciones. "Y debemos practicarlo –afirmó– porque hay muchos que quieren pensar por nosotros para vendernos sus productos o ideas".
Un triángulo del éxito, según este veterano creativo autor de la imagen de marcas como Osborne, Allianz, Dodot, Evax... que ahora acaba de publicar en Planeta "Piensa, es gratis. 84 ideas prácticas para potenciar el talento". "En primer lugar –explicó–, para conseguir algo hay que quererlo conseguir, aunque parezca una obviedad, y debe ser un objetivo concreto, lineal, sencillo porque la dispersión es el mejor modo de no conseguir nada. Y es que hay muchas vidas que van transcurriendo sin objetivos conscientes, a lo mejor un 90 por ciento. Pero si quieres tener éxito en algo, hay que tener –dijo– una idea, un poco de olfato y mucho coraje".

La creatividad

¿Cómo ser creativo? Según Lorente, todos tenemos una gran creatividad pero esa capacidad no la ejercemos, y él concreta esa creatividad en una palabra: DORU- "D" de definir, "o" de observar, "r" de romper y "u" de unir. "Primero –afirmó– hay que definir en qué queremos pensar, qué es lo que interesa resolver; después hay que observar lo que hay a tu alrededor, tienes que ser un observador casi obseso; tras ello hay que saber romper con lo que aprendes, decirte que todo lo que sabes no te llega para poder dar un golpe de timón; y, por último, unir., saber engarzar aquello que sirve a tu objetivo".
El publicista habló de la democratización del conocimiento como "uno de los hechos fundamentales que está viviendo nuestra sociedad. Jamás en la historia de la Humanidad se ha contado con tantos estudiantes universitarios y tantos pasaportes en los bolsillos. Y esto marca una juventud con un futuro fantástico aunque debo decir que, si los mayores pertenecemos a la generación del tener, porque antes no tuvimos nada en aquella España de nuestra infancia, los jóvenes no tienen acceso a este mundo del tener que se les vendió. Y esta gente va a revolverse un día, no se va a conformar haciendo trabajos muy por debajo de su cualificación".

Sobre la vida

¿Y qué es el conocimiento? Con eso se atrevió también Lorente cuando resaltó una de las ideas reseñadas en su libro: "El conocimiento adquirido es un motor parado, es nuestra aptitud, pero lo que lo mueve es la actitud. En la carrera de la vida, lo que realmente será decisivo en nuestros avances, derrapajes, salidas de pista, aceleradas y pódiums va a ser nuestra actitud. Hay quienes una vez que han conseguido su título, se cuelgan con él en la pared. Piensan que ya llegaron, ignorando que si en su actividad se da un mínimo de competitividad, su diploma sólo sirve como ticket de entrada a la carrera. Para ganar hay que desear enloquecidamente querer ganar, algo que en términos futbolísticos tiene una excelente definición para los equipos que saltan al campo convencidos de su victoria: la llaman "hambre de gol", algo que se sacia con esfuerzo, talento y sagacidad. Sin la suma permanente de estas cualidades, no se consiguen objetivos".

F. Franco
Fuente: Faro de Vigo, 4/11/2009
Related Posts with Thumbnails